miércoles, 24 de noviembre de 2010

IMPLICACIONES DEL REINO, EN LA VIDA DE LA IGLESIA Y EL CUMPLIMIENTO DE SU MISIÓN

Aparte de bendecir a la comunidad, ser luz y sal en sus acciones, y promover toda justicia; la Iglesia bien podría ser la capacitadora de un enjambre de discípulos para que en el nombre del Rey/Ungido vayan por todo el mundo anunciando su soberano Reino, por acciones y palabras. Las Buenas Nuevas estarán abalizadas por las buenas acciones. La praxis de Yeshua dio y dará lugar a la ortodoxia. La Iglesia debe formar discípulos integrales para el servicio del Reino porque el discipulado tiene que ver con los "ya" del Reino.
La más grande enseñanza de Yeshua fue que el Reino de Yahweh ya está aquí, en medio de nosotros, que no se debe esperar para su iniciación, de acontecimientos extraordinarios y sobrenaturales a nivel cósmico. La redención que hizo Yeshua tiene que ver primero con la liberación del hombre (si él Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres), que lo capacita para vivir en plenitud y anunciar en el poder del Espíritu Santo el Reino de Yahweh (Hch.1:8) (Ro.5:1-5) y para que en el nombre del Rey ungido vayan por todo el mundo anunciando el Reino por acciones y palabras.
El fin de la extensión del Reino es la edificación de las personas y familias hasta su cabal restauración. Las Buenas Nuevas del Reino estarían abalizadas por las buenas acciones si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo como una realidad en nuestras vidas. Las Iglesias romperían toda aberración divisionista y sería el amor del Mesías que nos uniría, en proyectos y trabajos conjuntos.
La construcción del Reino es la edificación de las personas. El bienestar del Reino es el bienestar de las personas. Ya no se entiende una vida separada por compartimentos estancos. (Dale Carneggi). La integridad nos enseña a actuar con todo lo que somos, en todo lo que hacemos y en todo momento. Si estamos discipulando un hombre, o una mujer, o un niño, o una familia entonces utilizamos todos los recursos, en todo momento y situación. Todo vale con tal que se edifique a las personas para que desde aquí y desde ahora vivan y disfruten los beneficios de los valores del Reino.
La Iglesia privilegia los valores del Reino. Como dice Galilea:
"La imitación del Mesías no es copiar todas las acciones y estilos de vida exterior de Yeshua. Se trata de imitar primordialmente, los valores que inspiraban esos estilos, sus actitudes y motivaciones profundas, las causas por las que vivió, su dedicación y fidelidad a ellas, sus grandes amores: al Padre, al Reino, a cada persona. Esta imitación, nos lleva al corazón de Yeshua y nos trasmite su libertad absoluta, fuente de nuestra liberación interior". (1989:64)
Más esto también se hace realidad palpable en la comunidad de creyentes que es al mismo tiempo el Nuevo Pueblo de Yahweh.

EL MAYOR DE VOSOTROS SEA VUESTRO SERVIDOR

No hay sirvientes a quienes ordenar en este Reino. Un Reino de hijos que sirven, no de sirvientes. No hay más alto título que el de hijo de YHWH.
Todos los demás sólo señalan nuestro oficio o ministerio.
Más ha hecho el cristianismo anónimo que el reconocido. No fue acaso nuestro patrono un ignoto carpintero, de un ignoto pueblo, de una ignota región. Acaso no fue Ananías (el que bautizó a Pablo) un desconocido. Y ¿a cuántos más habrá impuesto las manos y discipulado? Yo sé que este criterio del anonimato no va a gustar a los que tienen el modelo imperial de administración, pero Yeshua escogió a un pueblo para sí, sus pastores no son sólo los nombrados sino los que realmente cuidan las ovejas. Son sus hijos. Concluímos que los hijos de Yahweh sirven según los intereses del Reino y las instrucciones del Rey trasmitidas por el Espíritu Santo. No estamos al servicio de gobierno, potencia o persona alguna para hacer lo que les dé la gana, no nos prestamos a obscuros intereses, ni participamos de pecado ajeno. Acordémonos que el hijo pródigo regresó a órdenes de su Padre, y aunque quiso ser siervo fue recibido como hijo.

DISCIPULADO INTEGRAL

Yeshua trató la vida como un todo no solamente con el proceso de pensamiento de sus discípulos. El nutrió la vida emocional, lo mismo que la intelectual en sus discípulos. Los discípulos fueron testigos del "toque del Señor". En el caso del leproso que quería ser sanado Yeshua no solo pronuncia la Palabra de poder, sino que extiende su mano y le toca (aquella carne carcomida, aquella lepra de la que todos huyen). Para el leproso es el primer contacto desde que le declararon la enfermedad, queda sano de la marginación y de la vergüenza aun antes de ver sanada su piel. Por medio de un acto específico, la gracia de su amor sanador. El Señor restaura los estragos causados por el pecado y la marginación.

FACE TO FACE

Nuestro Rey hizo énfasis en el trato persona a persona. La mayor parte de su tiempo lo gastó con sus amigos del grupo designado como discípulos. Con toda seguridad el trató también con las multitudes. Pero él no fomentaba el seguimiento de las masas. De hecho más bien se molestaba con ello, procuraba huir de las multitudes, y refrenaba las manifestaciones favorables a él...El maestro estaba evidentemente más interesado en que unas cuantas personas lo entendieran completamente y fueran llenas con su Espíritu antes que las multitudes lo siguieran de una manera superficial.
El procedimi9ento que seguía al dar una enseñanza variaba según la ocasión. Yeshua no tenía un método fijo en la enseñanza. No estaba sujeto a ninguna rutina, ni era esclavo de ningún sistema. Más bien dominaba todos los sistemas y variaba su procedimiento de acuerdo con la situación que enfrentaba, el objeto que perseguía y el método que empleaba. Sus discípulos fueron preparados para enfrentar las viscisitudes de la vida al tiempo que extendían el Reino de Yahweh.
Como dice Galilea:
"Desde su libertad, Yeshua no siguió las normas legales y aun religiosas, que se habían vaciado de sentido, y que violaban la verdadera fe, la caridad y la misericordia." (1989;56)
Su discipulado fue un discipulado para la vida, de los individuos inmersos en una sociedad y una cultura como bien nos da entender Price cuando dice:
"La vida cristiana del Reino comprende la relación correcta con el hombre y con Yahweh. De hecho las dos están envueltas en la misma experiencia...Esto significa que nosotros somos convertidos como seres sociales más bien que como individuos independientes. Debemos estar en armonía con los hombres y con Yahweh.[...] La religión está tejida con todas las relaciones y tendencias y esfuerzos humanos, inexplicablemente envueltos en todos ellos. Y nosotros debemos buscar su gloria no en la majestad del aislamiento, sino más bien en la habilidad de permear y dominar toda la vida." (1991:56)

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